Sucutrule transcendental y lecho mortuorio de skabio de eternidad

"El Sucutrule transcendental es la performance de la mente, una funcion del organismo, por la cual ésta -es decir, la mente- lleva a un unidad la imaginación productiva de una serie de objetos particulares pero con valor universal representado los conceptos por ellos mentados y los situa en una comunidad de acciones recíprocas condicionadas por un ritmo hipnótico y una melodía psicodélica así re lac.

Como facultad del individuo no suele ser más que una potencia latente que no ha emergido más que para ser reprimida por un entorno psicosocial que no la comprende porque la desconoce y la comprende como una patología a la norma.

Pero esto es feo. Si pensás en el sucutrule transcendental pensá en cosas más lindas, amiguita y amiguito, pensá en lo que más re laac..."

Fragmento de la carta dejada por el finado filósofo faldense a sus amigos al lecho de su lecho mortuorio que el mismo preparóse. La carta venía antecedida por un breve tratado que a continuación reproducimos.

De lecho mortuoris

En el lecho de muerte el hombre se deja la vida. Esto no es tautología, porque vida, aquí no es un objeto que puede ser igualado en una ecuación de tipo x = x. Aquí la vida representa el marco mismo de la igualación.

Estimadas amiguitas y estimados amiguitos, no quiero darle vueltas al asunto. A esta altura ya lo saben Uds. mismo, así que para qué esconderlo en esta carta. Sí, me suicidé. Y me hice mi propio lecho mortuorio.

Y no.

No es cualquier lecho mortuorio.

Es un lecho mortuorio de poder.

Cuando la vida humana está por perecer la glándula pineal segrega DMT, una substancia psicodélica parecida al LSD que ha producido que la gente uqe esté cerca a la muerte alucine con una vida futura que le espera. 

El lecho mortuorio de poder, mi lecho mortuorio de poder, está diseñado para facilitar la segregación del DMT mediante la satisfacción de haber tuneado mi propia muerte para tenerla como yo quisiera, llamar la atención de las multitudes y ser recordado al infinito.

El subidón de DMT será tan alto que mi sensación subjetiva del tiempo llegará a 0 y cuando el tiempo sea entonces, la nada misma, seré eterno.

Seré Dios. El chabon eterno-muerto colgado con cara de nada que dura un segundo y se cuelga ya se murió, pasan seis meses y se pudrío. 

Pero subjetivamente ese instante será para mí una eternidad.

Os amo amiguitas mortalas y amiguitos mortales

El misterioso filósofo que alentó siempre al Clú la Falda y que nunca se refirió al él mismo en primera por superstición transcendental.